Una de las metas que me propuse para este año es, leer con más continuidad libros que había comprado y los tenía olvidados en la biblioteca. Y uno de esos libros que compré por recomendación de varias personas es, Superficiales (The Shallows) de Nicholas Carr. Un libro muy interesante con un estilo de redacción atrapante, con historias personales y ejemplos de varios experimentos que dieron mucho de que hablar.

El tema principal que aborda el libro se desarrolla bajo la pregunta ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? y en cómo las grandes cantidades de información que manejamos hoy en día y la alta dependencia a la conectividad hace que nuestra mente se disperse.

Carr hace un recorrido histórico por varias tecnologías que influenciaron en el progreso de la humanidad, desde la invención del mapa, el reloj, la imprenta, internet, los buscadores, libros electrónicos, hasta llegar a la Web 2.0 que tenemos ahora.

En base a esto, plantea que nuestras tecnologías se pueden dividir a grandes rasgos en cuatro categorías, según su forma de complementar o ampliar nuestras capacidades innatas. Un primer conjunto, aumenta nuestra fuerza y resistencia física, nuestra destreza y nuestra capacidades de recuperación. Un segundo grupo, extiende el alcance o sensibilidad de nuestros sentidos. Un tercer grupo, nos permite remoldear la naturaleza para servir mejor a nuestras necesidades o deseos. Y una cuarta categoría, denomina tecnologías intelectuales. Éstas incluyen todas las herramientas que utilizamos para ampliar o apoyar nuestra capacidad mental.

Estas tecnologías intelectuales, entre las que se encuentra Internet, son las que ejercen el poder más grande y duradero sobre qué y cómo pensamos, dice Carr. Y ya que nuestro cerebro posee una alta plasticidad, Internet y todo el ecosistema de tecnologías que la rodean alteran nuestros procesos neuronales, nuestra cultura y forma de ver el mundo.

Como dije, el libro contiene varias historias personales sobre cómo uno adapta la tecnología al día a día, y a medida que se avanza en la lectura, si uno es de los que vivió el auge de la Red, Google, y en los últimos años Twitter y Facebook se siente muy identificado con esas historias.

En resumen, es un libro muy bueno, que en cierta forma sirve para hacer un poco de retrospectiva y ver como fuimos adaptando la tecnología y más precisamente Internet a nuestras vidas. Como nos hemos vuelto poco o mucho superficiales en ciertas cosas. Así que no lo duden en leerlo.

Unas cuantas frases que me gustaron del libro:

  • “Lo que estamos entregando a cambio de las riquezas de internet, es nuestro viejo proceso lineal de pensamiento.”
  • “Los medios no son sólo canales de información, proporcionan la materia del pensamiento, pero también modelan el proceso de pensamiento.”
  • “Nos hemos pasado al bando de los malabaristas.”
  • “Estamos hambrientos de lo nuevo aun cuando sepamos que suele tener más de trivial que de esencial.”
Fuente Imagen – Editorial Taurus